MENTAL, UNA TEORÍA
DE TODO

“Dentro de cada cosa está la semilla de todo” (la alquimia)

“Todo está en todas partes y cualquier cosa es todas las cosas” (Plotino)

“Todo está en todo” (Anaximandro)

“El centro lo contiene todo” (René Guénon)



La Teoría de Todo (TDT)

La teoría de todo en física

La filosofía de la nueva era unificadora de la ciencia se manifiesta principalmente en física con la búsqueda de una teoría final, una “Teoría de Todo” (TDT) −en inglés, “Theory of Everything”, TOE− una hipotética teoría que pretende explicar en una sola teoría unificada la diversidad de todos los fenómenos físicos y que sea el fundamento de nuestra compresión del universo.

La búsqueda de la Teoría de Todo en física es un acto de fe motivado por la profunda convicción de la simplicidad de la naturaleza.

En física se habla de “Teoría de Todo”, pero realmente no se refiere a “todo”, pues se limita exclusivamente a los fenómenos físicos. No incluye el mundo interior (el mundo de la mente y la conciencia) ni el mundo de la vida. Una verdadera Teoría de Todo debería explicar todo, no solo los fenómenos físicos. Si existiera tal teoría sería el culmen de la ley de economía. Sería una Teoría de Todo de tipo filosófico, un objetivo perseguido por filósofos como Aristóteles, Platón, Hegel y Whitehead.

El físico Steven Weinberg, en su libro “El sueño de una teoría final: La búsqueda de los científicos de las leyes fundamentales de la naturaleza”, afirma que el objetivo de la física es una “Teoría de Todo”, que explique todos los fenómenos del universo. Pero reconoce que el problema de la conciencia trasciende las leyes físicas.

Según John Wheeler, “Ninguna teoría física que se ocupe solo de física explicará nunca la física”. Esto quiere decir que una Teoría de Todo en física tiene que basarse en algo más profundo que la física. Debe ser una física filosófica. Por lo tanto, una Teoría de Todo en física debe basarse en conceptos o principios universales, cuyas manifestaciones serían los fenómenos físicos particulares.

El paradigma arquetipal es la opción más viable para lograr esa unificación. El resultado sería una física arquetipal, profunda, trascendental, una física que podemos denominar “esotérica”. Jean Guitton la denomina “física semántica”, una física de los significados que se ocultan tras las aparentes leyes de la física. Pero para establecer tal física profunda se necesita también una nueva matemática profunda, arquetipal.

Un candidatos a arquetipo físico es el concepto de cuerda o supercuerda. Este arquetipo une espacio y materia. En la teoría de supercuerdas, espacio y materia son dos aspectos de la misma realidad. Todo se deduce de la teoría: la estructura del espacio, la estructura de la materia, incluso la cantidad y distribución de la materia. En realidad, la materia no existe; es solo una vibración del espacio profundo, el éter o akasha.

En física cuántica desempeña un papel esencial el concepto de dimensión (en la teoría unificadora de las supercuerdas se contemplan 11 dimensiones).

La Teoría Gran Unificación (TGU) −en inglés “Grand Unification Theory” (GUT)− es una teoría que unifica 3 de las 4 fuerzas fundamentales de la naturaleza: la nuclear débil, la nuclear fuerte y la electromagnética. La fuerza de gravedad no se incluye, aunque sí en una teoría de super-gran unificación (super-TGU).


Los límites del conocimiento y la Teoría de Todo en física

Stephen Hawking denomina “teoría de la gran unificación” a una hipotética futura teoría que reuniría en una sola ecuación a la física, la biología y la psicología. Sin embargo, afirma que no puede existir tal teoría. Se apoya en el teorema de incompletud de Gödel. Su razonamiento es el siguiente: John Barrow lo expresa este mismo punto de vista de forma más compacta y general: “La ciencia se basa en matemáticas; las matemáticas no pueden descubrir todas las verdades; por lo tanto, la ciencia no puede descubrir todas las verdades”.


Teoría de Todo y ciencia universal

Una Teoría de Todo implica necesariamente la existencia de una ciencia universal y una filosofía universal. Algunas propuestas en este sentido son:
MENTAL, una Teoría de Todo

En principio, la pretensión de lograr una Teoría de Todo es vana porque todos los fenómenos (superficiales) son manifestaciones de lo profundo, y lo profundo no se puede expresar a nivel superficial. Es la interpretación generalizada del teorema de Gödel. Nos encontramos en la misma situación que con los temas de la explicación de la conciencia, la formalización de la semántica y la definición de información.

Pero una verdadera Teoría de Todo debería basarse en arquetipos primarios, los arquetipos de la conciencia, pues los arquetipos primarios conectan lo profundo (lo inexpresable e inmanifiesto) con lo superficial (lo expresable y manifiesto). Estos arquetipos son forzosamente simples. La Teoría de Todo sería una teoría de la conciencia.

Según Ervin Laszlo, es más sencillo elaborar una Teoría de Todo genuina que una Teoría de Todo limitada a los fenómenos físicos. Tiene razón, porque la genuina Teoría de Todo tiene que ser forzosamente simple. Cuanto más genérica es una teoría, más simple es. En el límite, una Teoría de Todo debe ser de suprema simplicidad.

Respecto a las opiniones de Hawking y Barlow, están en lo cierto desde el paradigma matemático de la axiomática formal, en la que ciertas expresiones son inalcanzables a través de los axiomas. Pero esto no es cierto con otro tipo de matemática, como MENTAL, que no se basa en axiomas formales sino en axiomas semánticos (las primitivas semánticas universales), que son axiomas profundos.

MENTAL es una teoría unificada, una “Teoría de Todo”:

Bibliografía